jueves, 28 de abril de 2011

La Fábrica de los Sueños - Introducción al Blog

Introducción al Blog Purilia: el Mundo del Cine

«Quisiera poder explicarle lo que siento al entrar en un cine, pero no encuentro las palabras adecuadas; es una felicidad total, una ausencia de preocupaciones, una sensación de bienestar supremo. No importa que haya visto la película o que sea de baja calidad; lo importante es estar sentado ahí, en la butaca, esperando que se apaguen las luces, que se descorran las cortinas; este momento es, para mí, emocionante al máximo. El cine es algo sin lo cual no concibo la idea de una existencia normal» Míster Belvedere

Purilia es una tierra misteriosa de la que todos hablan, pero en la que han estado muy pocos. Exteriormente análoga a la nuestra, constituye, no obstante, un mundo aparte, regido por leyes que transmutan todos nuestros valores.
En Purilia no hay vida política ni conflictos sociales o religiosos. 
Existen rebeliones crónicas contra la raza blanca por parte de las gentes de color, que se obstinan en no reconocer su inferioridad natural, pero indefectiblemente son sofocadas rápidamente por la intervención por unos pocos miembros de la raza superior, que mas bien encuentran en ellas una oportunidad deportiva de ejercitar las aptitudes propias de una raza nacida para la acción.
Porque la vida de pensamiento es en Purilia mínima y poco apreciada, casi sospechosa. Ser intelectual es únicamente algo mejor que ser artista, como ser artista es solo menos malo que ser oriental. Purilia es exclusivamente acción y amor; una existencia frenética, una sucesión vertiginosa de acontecimientos emocionantes que desembocan en el beso final con que los purilianos dan plenitud de sentido a sus vidas.
Un despliegue tal de energías exige naturalezas de excepción. Los purilianos las tienen. Son superhombres, semidioses o dioses; no siempre moralmente irreprochables, como tampoco lo eran los dioses del Olimpo, pero debe observarse que cuantos dejan algo que desear en su conducta encuentran siempre su castigo, sin una sola excepción. Humanos en sus sentimientos, sobrepasan inconmensurablemente a los humanos en fuerza y belleza, en el feliz desenlace de sus conflictos y en la característica comprobada de que, si se comportan bien, no mueren jamás. Son lo que los humanos querríamos ser: la proyección y realización de nuestras más secretas aspiraciones. Purilia es el Olimpo moderno, el paraíso en que todos podemos entrar por unas horas pasando previamente por taquilla.
Purilia es el cine.

Extraído de "Vamos a hablar de cine", de José María García Escudero - 1970

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